América con mochila: 10 destinos inolvidables

Amo Latinoamérica. Desde que la pisé por vez primera, hace ya más de 10 años, me sentí como en casa. La cercanía del idioma y la cultura -Asia me resulta fascinante como choque pero a nivel comunicación con los locales, nada que ver- hace que me integre como una más, pudiendo entrar, literalmente, hasta la cocina de muchos hogares. Esto, unido a paisajes maravillosos y vírgenes con experiencias de pura naturaleza hacen que me resulte muy complicado elegir mi país favorito, decir cuál ha sido, hasta ahora mi mejor destino en América. ¡Además, me faltan tantos por conocer! Aún así, voy a tratar de recopilar 10 de los lugares que me han robado el corazón al otro lado del Atlántico. Un continente variado y prodigioso.

Colombia, mi mejor destino en América

Los mejores destinos en una ruta por Latinoamérica.

Sitios paradisíacos que descubrí en una bahía escondida en República Dominicana. La isla del Caribe donde se baila la «Sopa de Caracol» y sirve de plató para un famoso reality show. Un bosque con un río y una cascada donde se dice que Dios lavó su pincel tras pintar el cielo… ¿Quieres saber más? Sigue leyendo.

A orillas del Pacífico, Colombia, mi mejor destino en América

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Cataratas de Iguazú en Misiones (Argentina).

«Yguazú» en lengua guaraní significa «Agua Grande». Pero creo que la palabra que yo usaría sería «inmensa». Si cierro los ojos un momento, aún puedo escuchar el atronador caudal de las cataratas de Iguazú al caer… Catalogadas como Maravilla del Mundo, he visto cascadas preciosas en mi vida (por ejemplo, las de Islandia). Pero no hay nada igual a Iguazú. La fuerza bruta de la naturaleza se siente en todo su esplendor, te envuelve y te atrapa desatando las pulsaciones ante el abismo que se abre a tus pies sobre la Garganta del Diablo. Vi las cataratas desde Brasil, con un 20% del parque, y me volvieron loca del otro lado: Argentina. Uno de los pocos lugares del mundo que me han hecho llorar de emoción, con una preciosa leyenda de amor trágico. Sin duda, de los lugares más bonitos que he visto no en Sudamérica, en toda mi vida viajera.

Cataratas de Iguazú, lado de Argentina, el mejor destino en Sudamérica

Boquete y el sendero del quetzal (Panamá).

De toda mi ruta de 24 días recorriendo Panamá si tuviera que escoger un lugar para quedarme varada sería Boquete. Sin duda al pensar en «la cintura de América» lo que viene a la cabeza el famoso Canal, las playas de palmeras y estrellas de mar de Bocas del Toro y últimamente Kuna Yala. Las paradisíacas islas de San Blas que se han hecho populares gracias a la exitosa serie de «La casa de papel» -refugio de Tokio y Río cuando huyen de España-. Pero, insisto, yo me quedo con Boquete. A la sombra del volcán Barú, cumbre de Panamá, es una pequeña ciudad con fincas de cafetales, ríos de aguas termales y un espeso bosque que se pierde entre senderos de cascadas perdidas donde vive el escurridizo quetzal de cola larga. ¡El lugar ideal para amantes de la naturaleza y el senderismo!

Cascadas Perdidas en Boquete, Panamá

Toma nota: si quieres hacer un viaje por libre, aquí te dejo una completa Guía para viajar a Panamá que escribí tras mi ruta de mochilera desde la frontera con Costa Rica al remoto Darién, al final de la Panamericana.

Isla Grande (Brasil).

En la Costa Verde, entre la ciudad prodigiosa de Río de Janeiro y el pueblo portugués de Paraty, encontré un edén llamado Isla Grande. Con sólo dos pequeños núcleos de población, sin calles ni coches, la tranquilidad reina en su fisionomía de selva espesa donde habitan primates en su reino de montañas y cascadas. Las playas son de postal, donde la misma vegetación llega a la orilla de arenas blancas y aguas turquesas. Por algo se le conoce a Ilha Grande como «el Caribe brasileño». Me hubiera quedado meses allí…

Isla Grande, Brasil, el mejor destino en América

El gigantesco Brasil no puede faltar en un viaje mochilero por Sudamérica. En este artículo puedes leer más sobre mi ruta de 20 días por libre recorriendo el sur de Brasil.

La ciudad maya de Altún Ha (Belice).

Mi primera vez con la cultura maya no fue en México -país que adoro- si no en la pequeña Belice. Cual moderna exploradora, un día de calor abrasador remonté en lancha el río Viejo de Belice hasta los vestigios arqueológicos de la que fue la rica Ciudad de Jade: Altún Ha. Su nombre literalmente significa «Estanque de piedra» y me impresionaron sus pirámides cubiertas de maleza, apuntando a las estrellas desde hace más de un milenio. Es cierto que después visité otros yacimientos maravillosos y mucho más conocidos, como Chichén Itzá, Tulum o Cobá en la península mexicana del Yucatán. Pero a Altún Ha le guardo cariño -supongo que debe ser cosa de las primeras veces-.

Belice, Altún Ha

Bahía de las Águilas (República Dominicana).

Lo he contado muchas veces: República Dominicana me sorprendió para bien. La imagen que se tiene en España es la de un destino caribeño de «todo incluido» en los resorts de Punta Cana. Sin embargo gracias a que estuve durante 15 días por libre, recorriéndola en coche, descubrí que era mucho, muchísimo más. ¿El lugar más impresionante? Bahía de las Águilas. Lo primero, porque llegar hasta ella no es sencillo. Se ubica al final de una carretera tortuosa, en un paisaje como de Marte llamado Cabo Rojo, cerca ya de la frontera con Haití. El premio merece el esfuerzo: dormir en un camping al borde del mar, con un cielo estrellado alucinante, y las aguas más azules y limpias que he visto nunca. De hecho, Bahía de las Águilas se encuentra en el top de las 10 playas más claras del mundo.

Camping en Bahía de las Águilas, República Dominicana

Toma nota: descubre todo lo que ver en República Dominicana, más allá de Punta Cana.

Las islas Corales del Rosario (Colombia).

A una hora en barco de la bella ciudad de Cartagena de Indias encontré las islas Corales del Rosario. Lejos del barullo y la saturada Barú, Isla Grande fue mi remanso de paz entre arrecifes de coral y pájaros de colores que me despertaban cada mañana cantando en mi ventana. No es una isla paradisíaca con playas de catálogo. Es el Caribe más natural, de manglares y bahías luminosas. Aquí cumplí un sueño viajero una noche sin luna: bañarme en la laguna encantada entre destellos de luz, gracias al plancton luminiscente. Cómo olvidar cuando palpas y te asombras de que sí, la magia existe.

Isla Grande, Colombia

Río Celeste (Costa Rica).

¡Cuánto echo de menos la pura vida en Costa Rica! Si me preguntáis por mi mejor destino en Sudamérica el país verde sería uno de los claros favoritos. De naturaleza prodigiosa, han sabido preservar como nadie el entorno y hacer del ecoturismo su bandera. ¿Por qué me encanta Costa Rica? Porque amo a los animales y éste posee una concentración de fauna salvaje inigualable, como la que vive en el bosque primario de Corcovado. Escuchar el rugido de los monos aulladores desde una cabaña en un bosque nuboso o tomar un fresco zumo de papaya observando el aleteo de un colibrí… ¿Puede haber algo mejor? Y de esos lugares imprescindibles que ver en Costa Rica viajar hasta el norte, al amparo del volcán Tenorio, para conocer el río Celeste resulta una ruta de ensueño. Realmente el color del agua, azul pitufo, parece de otro mundo.

El Río Celeste en Costa Rica

La Habana (Cuba). 

«Vivimos en una de las ciudades más hermosas del mundo. Todavía estás a tiempo de ver algunas cosas antes de que se derrumbe». Fresa y chocolate, 1993. Una de las ciudades más fascinantes que he visitado, con sus luces y sombras. En la capital de Cuba aprendí a amar a una urbe de fachada quebradiza, con todas sus contradicciones y una historia apasionante. Vibrante y soñadora, no puede faltar en esta lista del mejor destino en Sudamérica. En este artículo que escribí tras recorrerla de arriba a abajo, tour de la Revolución incluido, cuento todo lo que ver en La Habana.

Calles de La Habana, Cuba

Páztcuaro, estado de Michoacán (México).

Hasta ahora he viajado 3 veces a México. La primera fue a la Riviera Maya, haciendo una típica ruta por la península del Yucatán. Por suerte, pronto tuve la ocasión de descubrir que México es mucho más que el Caribe. Con la excusa de vivir una de las tradiciones más coloridas y ancestrales, el Día de los Muertos, me desplacé hasta Michoacán, el estado donde se inspiró «Coco», la película de Disney. De todos los preciosos pueblos mágicos que visité, el que más me gustó fue Páztcuaro, a orillas del lago donde se ubica la isla sagrada de Janitzio. Allí donde creía la leyenda purépecha que las almas volaban al morir convertidas en mariposas. Tan emotivo como inolvidable.

Patzcuaro, México, mi mejor destino en América

Isla de Roatán (Honduras).

Un mensaje de un amigo confirmó lo que ya sospechaba cuando me bajé en esta isla caribeña de Honduras: «¿Estás en Roatán? Qué suerte. Allí fui feliz.» Y es que el tiempo se dilata en este paraíso de aguas turquesas y una boscosa superficie, 90% de selva virgen, al ritmo de aquella melodía pegadiza original de aquí: la «Sopa de Caracol». Un destino para olvidarse del mundo y, simplemente disfrutar. No me extraña que el reality show de «Supervivientes» la haya escogido como gigantesco plató al aire libre. Fruta tropical, baños de mar y de sol… Porque a veces, en medio de la vorágine viajera de una intensa ruta mochilera por América, ¡también hay que dejar tiempo para el relax!

Isla de Roatán en Honduras

Hasta aquí mi selección personal, fruto únicamente de mi experiencia viajando por algunos lugares de este gran y diverso continente. ¿Me cuentas cuál es para ti el mejor destino de América? 

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