Castillo de Cardona desde la torre de la Minyona
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Mi noche en la habitación fantasma del castillo de Cardona

Escrito por la
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28 abril, 2023

Yo no creo en los fantasmas, pero haberlos haylos. Que levante la mano quien se atreva a dormir en la habitación 712 del castillo de Cardona. Una fortaleza medieval construida por Wifredo el Velloso -en catalán Guifré el Pilós- allá por el siglo IX, donde vivieron los duques de Cardona, militares del ejército -soportando asedios y bombadeos- hoy transformado en Parador Nacional de Turismo. Como todo castillo que se precie, este tiene su leyenda y también, su fantasma, el cual dicen que se manifiesta en las habitaciones de la última planta moviendo muebles y con misteriosos ruidos. La historia de este alma en pena no puede ser más trágica… ¿Quieres conocer todos los detalles? Sigue leyendo…

No pasé una, si no dos noches alojada en la habitación 712 del castillo de Cardona. En mi defensa diré que no estaba al tanto de la fama paranormal del castillo en general, ni de esta alcoba en particular. Fui a conocer los lugares que ver en Cardona durante un fin de semana para apoyar su candidatura a Capital del Turismo Rural. Quedarme en la habitación fantasma -que normalmente está cerrada y hay que pedir expresamente- no estaba entre mis planes. Pero vayamos por partes.

El castillo de Cardona y la Montaña de Sal desde el valle salino

El castillo de Cardona y la Montaña de Sal desde el valle salino

El castillo de Cardona es uno de los hoteles con más encanto de Cataluña. Si quieres vivir la experiencia de alojarte en un castillo medieval, te recomiendo que reserves una noche en el Parador de Cardona. Y, si te atreves, solicita la 712.

Historia del castillo de Cardona.

La sal es la clave de todo, el oro blanco que hizo nacer y prosperar esta pequeña urbe enclavada casi en el centro geográfico de Cataluña, interior de la provincia de Barcelona. Hace 40 millones de años, las sales depositadas por la evaporación de un mar interior surgieron a la superficie formando la Montaña de Sal. Un espectacular diapiro que crece cada año a medida que la lluvia lo erosiona. Con casi 2 kilómetros de profundidad, ya íberos y romanos extraían este mineral, el único comestible de todos los que hay en la Tierra, usado para conservar los alimentos.

La Montaña de Sal, Cardona

La Montaña de Sal, Cardona

Durante la Alta Edad Media, conscientes de la cercanía de las tropas musulmanas, la nobleza carolingia edificó un castillo primitivo. En los años posteriores, se fortificó y buscaron la repoblación de la zona para evitar que el preciado tesoro acabara en manos enemigas. La carta poblacional del conde de Barcelona Borrell II otorgó privilegios a la villa de Cardona y el derecho de sal a sus habitantes «por siempre y jamás»: una copia de este documento puede verse en el Centro Cardona Medieval.

Minas de Sal en Cardona

Minas de Sal en Cardona

Los señores de la sal: el ducado de Cardona. 

El castillo se convirtió en la residencia de los señores de Cardona o señores de la sal, encargados de explotar las minas. Desde esta robusta fortaleza vigilaban el valle Salino, la villa de Cardona, el valle del río Cardener y los montes vecinos… Las vistas desde la torre de la Minyona son impresionantes. Si el día está despejado, incluso se divisan los picos irregulares de la Montaña de Montserrat.

Vistas desde la torre de la Minyona

Vistas desde la torre de la Minyona

Esta familia que llegó a ser tan rica y poderosa se les conocía como «los reyes sin corona». En el siglo XIV, los duques de Cardona poseían grandes dominios y estaban emparentados con varias monarquías europeas, entre ellas la corona de Aragón y la de Castilla. Tras la conquista de Granada, la amenaza islámica quedó lejos, por lo que los duques buscaron otros lugares más refinados para vivir. Se alejaron de Cardona y el castillo se convirtió en un cuartel militar con un importante papel en la Guerra de Sucesión Española. Durante más de un mes resistió heróicamente el asedio de las tropas de Felipe V, ganándose la fama de fortaleza inexpugnable. Sólo se rindió cuando cayó Barcelona.

Colegiata de San Vicente.  

Además de las estancias nobles, donde vivían los duques, dentro de las murallas del castillo existió una comunidad monástica. Las ruinas del claustro y la Colegiata de San Vicente son los vestigios más importantes de los edificios habitados por esta orden religiosa constituida por un abad y varios canónigos. De hecho, lo que hoy es el restaurante del Parador Nacional de Turismo fue el antiguo refectorio, donde comían los religiosos. En cuanto a la Colegiata, merece mucho la pena visitarla: con una espléndida arquitectura, es uno de los mejores ejemplos del románico catalán. En su interior hay una cripta y el panteón de los duques de Cardona.

Cripta de la Colegiata de San Vicente

Cripta de la Colegiata de San Vicente

El Parador de Cardona.

Ahora nos trasladamos hasta 1976: año en que se inauguró el castillo convertido en hotel de cuatro estrellas: el Parador de Cardona. Por sus vistas, entorno y el edificio en sí, sin duda es uno de los alojamientos históricos con más encanto de toda Cataluña. Elegido entre los diez mejores castillos de Europa para alojarse, también ha sido escenario de cine: en los años 60 fue uno de los lugares, junto a Soria o Ávila, donde se rodaron escenas de la mítica «Campanadas a medianoche» de Orson Welles. Mucho después, un episodio de Cuarto Milenio, con motivo de la habitación fantasma y los sucesos paranormales vinculados a ella.

Patio del parador de Cardona

Patio del parador de Cardona

Y es que ahora dejamos atrás lo documentado, la Historia, y entramos en el territorio de la leyenda. Para ello nos situamos en la torre más alta del castillo, llamada la Torre de la Minyona (doncella, en catalán).

La terrible leyenda de la Torre de la Doncella.

Cuentan que en siglo XI el vizconde de Cardona invitó a un príncipe musulmán llamado Abdalà al castillo. Unos dicen que como gesto de cortesía, otros que buscando un posible aliado comercial, para vender la sal a los reinos de al-Andalus. El joven se encontraba paseando por los jardines cuando se encontró con la hija menor de los Cardona, de nombre Adalés, de quien se enamoró al instante. Cuenta que la joven era muy devota y esta había manifestado su intención de no casarse, si no entrar en un convento. Sin embargo, el príncipe musulmán comenzó a cortejarla y esta acabó rindiéndose a su encanto: acostumbrada al trato rudo de los caballeros. Era la primera vez que conocía a un hombre culto y refinado, diestro en poesía, artes y filósofo.

Adalés, Gigantes de Cardona

Adalés, Gigantes de Cardona

El destino de Abdalà y Adalés.

Los amantes clandestinos comenzaron a encontrarse en la oscuridad de la noche, pero fueron descubiertos por uno de los hermanos de Adalés. El señor de Cardona, furioso, reunió a la familia para decidir qué hacer con la «díscola» Adalés, a quien tenían por tan casta y pura. Unos dijeron «Matadla». Pero el hermano mediano, que era sacerdote, decidió ponerla en manos del Altísimo: «Meteremos a Adalés en la prisión de la torre, dejándola a merced de Dios. Si llueve podrá beber, si no, morirá de sed. Cuando pasen varios días, veremos si murió por voluntad divina o sigue viva y sale por su propio pie. Estoy segura que mi hermana, que es tan religiosa, sale victoriosa de esta prueba».

Hicieron presa a Adalés dentro de la torre y cuentan que su amado Abdalá se presentó en el castillo, ofreciendo a su padre varios tesoros y la renuncia de su religión: «Si ser musulmán es el problema, me convierto al cristianismo». No funcionó; la sentencia ya estaba en curso y Adalés murió a los pocos días, de amor y de pena. El príncipe fue de nuevo al castillo, esta vez sin pedir permiso al señor de Cardona, y avanzó hasta que los guardias le clavaron sus dagas sin defenderse. Nadie tomó represalias en el otro bando: se había extendido la voz de que había renegado de su religión por amor, por lo que fue repudiado por su propia gente.

El príncipe Abdalà, gigantes de Cardona

El príncipe Abdalà, gigantes de Cardona

Habitación 712 del castillo de Cardona.

Desde esta trágica leyenda la torre es conocida como la de la Minyona (doncella, en catalán). Dicen que su espíritu vaga por el castillo. O tal vez es el del príncipe musulmán, tratando de salvar a su amada de la incompresión y la injusticia… Es por ello que el castillo de Cardona tiene la fama de encantado o embrujado. Una fama que comienza a captar la atención mediática tras varios hechos inquietantes una vez transformado en hotel de lujo.

El foco se pone en el castillo cuando un capítulo de Cuarto Milenio recoge diferentes testimonios. El del antiguo director del Parador, quien asegura que su perro se negaba a pasar por la séptima planta. Ubicada en el último piso, es la más cercana a la Torre de la Doncella, donde murió Adalés. Las limpiadoras nunca querían ir solas a la habitación 712, aseguraban que sentían ruidos y presencias extrañas, los muebles se movían solos. En una ocasión no podían abrir la puerta, ya que había alguien dentro, a pesar de no tener registro de ningún huésped. Cuando fueron por la llave maestra y entraron, la ducha estaba abierta y había huellas de agua en el suelo. Pero la habitación estaba vacía. Tras estos extraños sucesos, la habitación 712 permanece cerrada. Sólo se reserva bajo petición expresa.

Claustro del Parador de Cardona

Claustro del Parador de Cardona

Mi experiencia en la «habitación fantasma».

Como indiqué al principio del artículo, cuando llegué a Cardona nada sabía de la leyenda del fantasma ni de la habitación «maldita». Tras cenar, nos fuimos a dormir a la que para mí era una bonita habitación de «princesa», con cama de dosel. Tuve algunas pesadillas que no recuerdo; creo que cené demasiado… Pero ni escuché ni vi nada extraño. Hacía mucho viento que golpeaba en las ventanas, pero eso no me asustó: en Barcelona ciudad vivo en un séptimo y estoy acostumbrada. Al día siguiente, con la visita guiada al castillo, me contaron toda la historia. También sobre la habitación fantasma: la mía, la 712. A la organización le pareció divertido que me quedase allí. Tengo que decir que porque iba acompañada de mi pareja; si hubiera ido sola creo que hubiera solicitado el cambio inmediato de habitación: la sugestión es muy mala y estoy segura que esa segunda noche no habría conseguido pegar ojo.

Habitación 712 del parador de Cardona

Habitación 712 del parador de Cardona

¿Mi experiencia? Cuando me metí en la cama la noche del sábado al domingo estaba tan reventada -tras una visita a las minas de Sal, ruta de senderismo por el valle salino, cata de vinos de la D.O. Pla de Bages, visita guiada al castillo…- Que caí rendida. Dormí del tirón y al despertar la luz del sol envolvía la habitación plácidamente. El viento se había marchado, ningún mueble se había movido del sitio, la ducha seguía cerrada… Todo bien. Sólo escuché el llanto de un niño -igual que la mañana anterior- que parecía venir de la 713, la habitación de al lado. «El niño fantasma», bromeé. Luego me enteré que no había nadie hospedado ahí, pero aunque sonó justo al lado, pared con pared, podría haber sido del fondo del pasillo o alguna habitación del piso inferior…  Quién sabe. Por mi experiencia, diría que la bella Adalés tenía cosas mejores que hacer que deambular por mi habitación este fin de semana…

Y tú, ¿te atreverías a dormir en la 712?

Visita al castillo de Cardona.

¿Se puede visitar el castillo de Cardona por libre? Sí, tanto las murallas -con impresionantes vistas a la villa de Cardona y el valle Salino- como el patio exterior y el claustro son de libre acceso. Pero si quieres conocer más detalles de su historia, entrar a la mazmorra en el interior de la Torre de la Minyona, visitar la Colegiata de San Vicente o las Casamatas, te recomiendo que reserves una visita guiada en la web de Cardona Turisme. ¡A mí me encantó!

Entrada al Parador de Cardona

Entrada al Parador de Cardona

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2 Comentarios
  1. Responder

    Laura

    26 noviembre, 2023

    Hola!
    Solo una duda, ya que veo contradicción en tu explicación.
    Si la habitación está cerrada al público y solo la dan bajo petición expresa… tú dices no sabías nada de su “existencia”, por lo que se entiende que no la solicitaste… porque te la dieron??!
    Porque les pareció divertido a la organización??? La organización de un Parador Nacional??? Algo no me cuadra….perdóname…
    Gracias

    • Responder

      cosmopolilla

      26 noviembre, 2023

      Hola Laura, así fue, la reserva de la habitación «fantasma» en el Parador de Cardona no la hice yo, me la hizo la Asociación Cardona Histórica que es quien me contrató para conocer el pueblo y apoyar su candidatura a Capital de Turismo Rural, como explico en el segundo párrafo del artículo. Te puedo asegurar de que no sabía absolutamente nada de su fama de castillo embrujado y fue estando allí cuando me contaron toda la leyenda de Adalés. Y sí, a la organización le parecío «divertido» y que me daba más contenido para mi blog y redes sociales… Aunque obviamente me hubiera gustado estar al tanto previamente, imagínate mi cara cuando puse por stories que estaba en el castillo y mis seguidores empezaron a escribirme diciéndome que en el castillo había fantasmas, pasaban cosas raras etc. Mi cara un poema, en fin 🙂 todo quedó en una anécdota. Un saludo

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Patricia Rojas
Barcelona

¡Hola! Soy Patri, periodista y apasionada de los viajes. Andaluza de Motril (Granada) desde 2013 escribo en lacosmopolilla.com relatos de lugares y gentes del mundo. En mi web encontrarás completas guías de países y ciudades, consejos para ahorrar viajando, rutas en coche o artículos sobre gastronomía local. ¿Viajamos juntas?

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