El desove de las tortugas verdes en Costa Rica

Cuántas veces me preguntan cuál es el país del mundo que más me ha gustado. Qué lugar, qué imagen impactante o qué instante especial guardo en la recámara de «los inolvidables». A menudo respondo: «Costa Rica«. Y dentro de ese gran viaje de tres semanas en las que la recorrí de costa a costa, uno de los mejores momentos fue la noche en Tortuguero, en la que asistí a un espectáculo fascinante: el desove de las tortugas verdes.

Dos horas de las que conservo un recuerdo maravilloso. Si cierro los ojos y lo rememoro, vuelvo a emocionarme…

Sin embargo, hace un par de meses descubrí un vídeo, viral en las redes sociales, en el que miles de turistas acudían al desove de las tortugas a una playa de Costa Rica, molestándolas e impidiendo que pudieran desovar…

Terrible, ¿verdad?

Cientos de ejemplares perdidos por la irresponsabilidad del turismo masivo y las autoridades, que no lo controlaron. ¿Habría que vetar a la gente de las zonas protegidas? ¿Se puede practicar un turismo responsable?

Mi vivencia fue bastante diferente…

El desove de las tortugas verdes en Tortuguero. 

La pequeña aldea de Tortuguero está aislada del mundo, rodeada de mar y laberínticos canales. Son cuatro largas horas en barco desde Moín hasta tocar tierra, surcando los caminos del agua entre la selva. Caimanes, garzas y monos aulladores pueblan estas orillas frondosas. No es de extrañar que Tortuguero sea un pueblo sin farolas y asfalto, como perdido en el tiempo, entre un mar que ruge y palmeras que se agitan al viento.

Por los canales a Tortuguero, de camino al desove de las tortugas verdes

El objetivo de nuestra visita no era otro que el de contemplar el desove de las tortugas verdes en la playa, ya que agosto es plena época. Toda la zona es Parque Nacional, para acceder es necesario reservar y pagar diez dólares que se destinan a la conservación de éste. Hay aforo limitado y está prohibido entrar por tu cuenta. Se requiere un guía, que será el responsable de velar porque se cumplan las normas del parque.

areasyparques.com

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Gestión del permiso al Parque Nacional de Tortuguero.

Nosotros lo gestionamos con el hostal, las Cabinas Miss Miriam. A las diez de la noche, hora acordada, nos recogió el guía allí mismo, previo haber recibido las instrucciones: calzado cerrado, ropa cómoda con algo de abrigo, a poder ser clara (las prendas oscuras atraen a los insectos) y repelente. En la playa no se permiten las linternas o usar otras luces como las del móvil. Se exige hablar en voz baja. En general, está prohibido cualquier gesto que pueda asustar a las tortugas e impedir que realicen su tarea: lo primero son ellas.

Cabinas Miss Miriam, Tortuguero

Recuerdo esa noche oscura, sin luna, caminando por el sendero entre la floresta hasta la playa, no sin cierto temor, escuchando a nuestro guía advertirnos sobre serpientes, tarántulas y otros animales que salen a alimentarse después del crepúsculo. Creo que este biólogo simpático sólo quería burlarse de nosotros, pobres turistas: ningún inesperado arácnido o reptil nos dio la bienvenida.

Por la senda nos explicó la importancia de las tortugas para Costa Rica. Estuvieron a punto de desaparecer: para la gente de hace treinta años era uno de sus medios de subsistencia cuando no tenían qué comer… Ahora también, ya que con la moda del ecoturismo acuden cientos de visitantes. La población de tortugas verdes se ha recuperado gracias a la concienciación y la protección estatal: capturarlas o dañarlas es ilegal y conlleva penas de cárcel.

Por fin en la playa distinguimos varias sombras distantes: otros grupos como nosotros. Ahora linternas apagadas. Guardad silencio. Por supuesto, nada de fotografías. En el límite, junto a los matorrales, toca esperar… Sopla la brisa y me abrocho la chaqueta: hice bien en traerla. A los veinte minutos obtenemos nuestra recompensa: el guía nos señala una figura oscura que emerge del océano y lentamente se arrastra por la arena. Con un metro y medio de diámetro, se me antoja gigantesca.

Tortuga marina

Tras observarla un rato manteniendo una distancia prudencial, nos dirigimos a otra parte de la playa, donde un guía nos avisa de que hay una tortuga en pleno proceso de desove. Nos acercamos y observamos cómo está depositando sus huevos en un enorme agujero: parecen decenas de pelotitas de ping-pong. En este momento la tortuga está en trance: podemos tocarla e incluso poner un poco de luz para verla mejor. Me atrevo a pasar la mano tímidamente sobre su recio caparazón. Es realmente impresionante… Cuando finaliza la tarea, con sus enormes aletas nos entierra en arena y torna al mar.

La noche acaba y sólo puedo pensar que he vivido una experiencia increíble. He sido espectadora de uno de los prodigios de la naturaleza, he formado parte de ella. Y, lo mejor, de manera respetuosa, no intrusiva.

¿Acaso no debería ser siempre así y no como el vídeo infame que se difundió?

Yo digo turismo de naturaleza sí, siempre que sea sin causar un impacto negativo el entorno.

Si te animas al desove (responsable) de las tortugas en Costa Rica, a continuación te dejo una pequeña guía:

El desove de las tortugas en Costa Rica:

Este país de Centroamérica contiene el 5% de la biodiversidad del mundo. Varias clases de tortugas arriban a su orilla tras hacer miles de kilómetros por el océano para depositar a su futura descendencia. No me digas que nunca lo has visto en los documentales, cómo esos huevos eclosionan y miles de tortuguitas corren libres hacia el mar. Y así, el ciclo de la vida continúa…

Desove de las tortugas en la costa caribeña: 

• • La tortuga verde anida en las playas del Parque Nacional Tortuguero de julio a octubre. Actualmente está en peligro de extinción.
  • La tortuga Carey y la Boba, aunque son menos comunes desovan en junio y julio en el Parque Nacional Cahuita y la Reserva de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, al sur de Puerto Viejo.

Tortuga marina, fuente: Shutterstock

Desove de las tortugas en la Costa del Pacífico de Costa Rica:

• • La tortuga Baula o Laúd, por la forma de su caparazón, es la más grande del mundo llegando a medir varios metros de diámetro -como si fuera una mesa-. Desova en las playas del Parque Nacional Marino Ballena, de octubre a febrero. Es difícil, porque quedan unos pocos centenares en el mundo ya que este increíble ser prehistórico está en peligro de extinción.
  • También  en época invernal, de diciembre a marzo, es posible ver a las tortugas baulas en el Parque Nacional de Corcovado.
  • La tortuga verde del Pacífico desova en el Parque Nacional de Santa Rosa, frontera con Nicaragua, de octubre a diciembre.
  • En cuanto a la tortuga Golfina y la Lora, anidan en el Refugio de Vida Silvestre ostional, en agosto y septiembre. Aquí en Ostional fue donde se grabaron las imágenes del vídeo.

Tortuga baula, Fuente: Shutterstock

• Lee mi ruta completa por Costa Rica, ¡pura vida!

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