Europa Francia

Otoño en París

Escrito por la
el
3 diciembre, 2014

Desde bien pequeña siempre quise ir a París; era una de las ciudades mitificadas en mi corto imaginario. Esas imágenes de la Torre Eiffel dominando las alturas, la Catedral de Notre-Dame como escenario de cuentos infantiles… Años después, cuando por fin pisé la capital francesa, consumí el tiempo de forma acelerada, ávida de ver todo lo que había que ver: los museos más eminentes, los monumentos más fotografiados… Con más sed de la que el agua de las fuentes de la Concordia pudieran saciar. Vi todo, sí; no disfruté de la ciudad. Así que es hora de volver y pasar un otoño en París. Una vez enamorada de la capital, ya no pude parar. Quise descubrir el país ¡y qué gran país! La Costa Azul, una ruta en coche por la Bretaña francesa… Pero vayamos por partes.

Otoño en París

Otoño en París

Como decía… Esta, mi segunda vez en París, me he dejado llevar por los pies de forma intuitiva y desordenada, permitiendo que guiaran mis pasos por las amplias avenidas, por sus angostas estaciones de metro, de Trocadero a Château Rouge, recontrándome con el Sena, la arteria que riega la ciudad… Me he sentado en un parque a leer, en un café a ver la vida parisina pasar como una mera espectadora… Y, una vez más, ¡me he vuelto a enamorar!

“Yo digo que París es una mujer, la mujer de mi vida”

(Rayuela, Julio Cortázar)

Crónica de un Otoño en París. 

Jardines de Luxemburgo

Introducción: un poco de cine y literatura sobre París.

Para ir conectando con la ciudad, previo viaje recomiendo ver «París, Je t´aime«, una sucesión de cortometrajes ambientados en diferentes barrios de la ciudad (mi preferido, el de los Coen). Por supuesto, «Amèlie«, cuyos escenarios sirven de aperitivo para el maravilloso y bohemio Montmartre. Y, para acabar, ponerse un poco tierno y derramar una lagrimita con el musical «Moulin Rouge«.

Moulin Rouge

Moulin Rouge

Leer «Rayuela«, de Cortázar, o «La dama de las camelias«, de Alejandro Dumas (hijo), mientras escuchamos de fondo un nocturno de Chopin o la Sinfonía Fantástica de Berlioz. Ejercicios de inspiración para sentirse más cerca de los que vivieron y amaron las calles de la ciudad parisina.

Desmontando mitos…

«París es caro»…

Depende. Si lo comparas con Madrid, el billete de 10 viajes en metro actualmente cuesta poco más de 12 euros; en París, 13,70. Por lo que resulta una diferencia de poco más de un euro. Comida: hay numerosos locales de comida rápida en los que degustar un típico crêpe por 5 euros, además de bocatas, o comida asiática para llevar. En muchas brasseries tienen menús por 11 – 12 euros, con dos platos, bebida y postre. Lo que sí me resultó caro es sentarse en uno de sus bonitos cafés a saborear un caffe noissette (cortado) o un té: el momento de tranquilidad (y de conectarse al wifi) sale por unos 4 euros, igual que una cerveza o un vino.

Metro de París

Alojamiento barato en París.

El alojamiento, como todo sitio altamente turístico, es de mala relación calidad precio. Cogí un hostal por 42 euros la noche la habitación doble, cerca de la Place de la Republique, una zona muy animada, con lo justo: ducha y cama (Hotel du centre).

«París es la ciudad del amor».

Sí. Cierto. París es muy romántica. ¿Más que Roma o Venecia, Praga o Budapest? No sabría decirlo… Un mito construido en torno a la magia de subir a la torre Eiffel, dar un paseo en barco por el Sena, o poner un candado y tirar la llave al río, en el Puente del Arte. Mito que por supuesto el celuloide ha creado y difundido en torno a ella.

«Siempre nos quedará París…»

Casablanca

Casablanca

Lo que es innegable es que París tiene un halo seductor que sabe atraparte y envolverte. Y nosotros, vulnerables humanos, nos dejamos querer…

¡Te propongo subirte al carrusel!

Estas son las diez cosas que me enamoran de París:

Montmartre

1 – L´Île de la Citè.

¿Qué tal empezar por el principio? La Isla de la Ciudad: el corazón de París. Allí se asentó una tribu celta llamada parisii, en el 250 a.C. y fue desde donde se extendió la ciudad. La mejor manera de acceder a ella es ir en metro hasta la parada del Ayuntamiento, el Hôtel de Ville, y tras admirar su elegante fachada, cruzar el puente sobre el Sena con las torres de Notre-Dame como objetivo.

Ayuntamiento de París

Frente a nosotros tenemos Notre-Dame de Parísla catedral gótica por antonomasia. Decenas de turistas se agolpan para contemplar su fachada y descifrar los misterios de sus esculturas.

Notre Dame

Notre Dame

Pero entremos… Dentro nos aguarda su impresionante interior, de bellas vidrieras. ¿Tienes imaginación? Podrás cerrar los ojos y verla semidestruida, tras la Revolución Francesa. O tal vez la prefieras engalanada, para la coronación de Napoleón. Pero, para mí lo más especial es ascender a sus tejados, a través de la torre sur. Recomendación: mejor madrugar, ¡siempre hay cola! La entrada cuesta 8,50, y son 387 escalones, pero merece la pena: las espléndidas vistas de la ciudad, vigilada por sus gárgolas de piedra, son impresionantes. El otoño en París nos regala los márgenes del Sena coloreados de ocre.

Vistas desde Notre Dame, otoño en París

Si me gustó Notre-Dame, la que me dejó con la boca abierta fue la pequeña Sainte Chapelle, una pequeña joya escondida entre los muros del Palacio de Justicia: ésta era la capilla reservada a la familia real. Sus vidrieras góticas de 600 metros son las más hermosas que nunca he visto.

Sainte Chapelle

Sainte Chapelle

2 – El barrio Latino de París.

Siguiendo el paseo, desde la isla de la ciudad cruzamos el Sena y nos encontramos en Les Quais o los paseos que bordean el río: una sucesión de puestos de dibujos, pinturas, láminas, souvenirs, fotografías antiguas y otras curiosidades de París a buen precio.

Barrio Latino, otoño en París

Aquí empieza el barrio Latino, feudo de estudiantes e intelectuales, ¿quién no ha soñado alguna vez con estudiar en la Universidad de la Sorbona? Su plaza la preside Comte, padre de la Sociología francesa.

La Sorbona

La Sorbona, otoño en París

Si seguimos bajando, los Jardines de Luxemburgo son un buen lugar para desconectar y relajarse del trajín de la urbe. Desde el parque se visualiza la cúpula del Panteón de los hombres ilustres de la patria, al final de la rue Soufflot, y del otro lado, la inconfundible silueta de la Torre Eiffel. Aquí el otoño en París se viste de amarillo y dorado en un suelo de hojas secas. 

Jardines de Luxemburgo, otoño en París

El Panteón es un imponente monumento neoclásico. Hoy alberga los féretros de 65 personalidades de la historia de Francia, entre ellos Voltaire, Rousseau, Víctor Hugo, Èmile Zola o Marie Curie.

El Panteón

El Panteón, otoño en París

3 – Saint-Germain-des-Près.

A la izquierda del Barrio Latino, localizamos el elegante distrito de Saint-Germain-des-Près, otro de mis lugares favoritos para pasear: casas de bonitas fachadas, coquetos cafés, e iglesias antiguas como Sainte Sulpice o la propia Sainte Germain.

Saint Sulpice

Saint Sulpice, otoño en París

Sainte-Germain se puso de moda entre filósofos, escritores, músicos y cineastas de la Nouvel Vague como Truffaut, tras la Segunda Guerra Mundial. Aún hoy el Café de Flore o Les Deux Magots (el preferido de Picasso, Hemingway, Albert Camus o Bertold Brecht) son frecuentados por artistas.

4 – El Montmartre.

Pero, sin duda, el barrio bohemio que domina la ciudad es mi preferido: el Montmartre, las calles por las que se paseaba Amèlie, esa heroína contemporánea que me conquistó el corazón en mi juventud más temprana. ¿Por dónde empezar a explorar el Montmartre? Un buen lugar es el Sagrado Corazón, subir poco a poco esas escaleras que nos acercan a la preciosa basílica, desde la que se aprecia la inmensidad de París.

El Sagrado Corazón

El Sagrado Corazón, otoño en París

A la derecha comienzan las callecitas que nos llevan hasta la Place du Tertre, más conocida como la Plaza de los Pintores, donde poder adquirir una postal de París de edición única o un retrato pintado al momento.

Plaza de los Pintores

Plaza de los Pintores

En el Montmartre podría pasarme horas y horas perdida por sus travesías, sus curiosas tiendas, descansando en alguno de sus bonitos cafés…

cafc3a9-montmartre

… Hasta encontrar el popular Moulin de la Galette, lugar frecuentado por la burguería en el XIX, inmortalizado en el cuadro de Renoir que se exhibe en el Museo de Òrsay.

Moulin de la Galette

Moulin de la Galette

«Baile en el Moulin de la Galette», Renoir. 1877. ¿A que dan ganas de volver atrás en el tiempo por un ratito?

moulin-de-la-galette

Terminamos el paseo con otro molino famoso, el Moulin Rouge. Mucho más bonito verlo de noche que de día, con las luces de neón que al atardecer comienzan a iluminar y dar su toque particular al Montmartre.

Moulin Rouge, otoño en París

5 – Château Rouge.

A la izquierda del Sagrado Corazón, encontré una pequeña porción de África en Château Rouge. Sorprendente y excitante el dar una vuelta entre los puestos de frutas, verduras y especias en las calles, las carnicerías marroquíes, las tiendas de pelucas y peluquerías étnicas, donde decoran tu pelo de trencitas a un precio más que asequible, escuchando melodías árabes y ritmos africanos de fondo.

Chateau-Rouge


Chateau-Rouge, el barrio africano de París

 

 6 – Campos de Marte y los Inválidos.

Volviendo a las orillas por las que discurre el Sena, descubrí el París más monumental. Ése que sale en todas las postales… Pero que no por ello deja de gustarme.

Trocadero, otoño en París

La Torre Eiffel es el símbolo de la capital francesa. Mi itinerario preferido: desde Trocadero cruzar el Sena y pasar por debajo del entramado de estructura metálica, donde se agolpan los turistas para acceder a ella, y sentarse al otro lado, en los verdes campos de Marte. Subir a lo más alto de la torre no es excesivamente caro (15 euros hasta el piso superior – tarifas Torre Eiffel), pero sí hay que aguantar bastante cola.

Desde los Campos de Marte hay un agradable paseo hasta el Palacio Nacional de los Inválidos, un imponente edificio del S.XVII. En él se alberga el Museo de la Armada y la Iglesia de Saint Louis, donde reposa Napoleón bajo su cúpula dorada.

Los Inválidos

Los Inválidos, soleado otoño en París

 7 – Los Campos Elíseos y Arco del Triunfo.

Los Campos Elíseos son la Gran Vía de París, una gigantesca avenida de amplias aceras donde cada elegante tienda es una aventura: una exhibición de coches de fórmula 1 en la casa Peugeout, un escaparate con una performance en Chanel,… Comienza en la Plaza de la Concordia y desemboca en el Arco del Triunfo, imponente monumento a la nación construido por Napoleón para conmemorar la victoria en la batalla de Austerlitz.

Arco del Triunfo, otoño en París

 8 – Museos de París.

La Ciudad de la Luz es un centro cultural mundial. Los que amamos el Arte podemos tener un serio problema, ya que París cuenta con más de 150 museos. Los tres más visitados son el Louvre, el Museo de Orsay, y el Centro de Arte Contemporáneo Madame Pompidou. Si tengo que elegir, mi preferido es la Galería de los Impresionistas, el Museo de Orsay, ubicado en una antigua estación de tren. Adoro a Monet y Renoir, así como el pintor de bailarinas Degas, obsesionados con atrapar la luz entre pinceladas difusas. Y, entre los simbolistas, me fascina la obra del enigmático Odilon Redon…

Odilon Redon

Odilon Redon

El Museo del Louvre por dimensiones es inabordable, ¡sólo para valientes! Se necesita todo un día para acabar con los pies extenuados y las retinas deslumbradas con obras imprescindibles del arte como la Victoria de Samotracia, los esclavos de Miguel Ángel, los toros alados de Babilonia o, donde se agolpan el mayor número de visitantes: ante la enigmática sonrisa de la Mona Lisa.

La Mona Lisa

La Mona Lisa

9 – Cementerios de París.

Quizá suene un poco lúgubre, pero me encantan los cementerios de París. Son una pequeña ciudad, dibujada en un bosque de árboles, flores y hojas secas. Un laberinto de lápidas y criptas de piedra gris entre las que graznan los cuervos, ausentes al murmullo apenas audible de la gran urbe que les rodea.

Père Lachaise, otoño en París

En la entrada se ubica un mapa, que indica el lugar del último reposo de personajes famosos variopintos, desde músicos a filósofos, políticos y pensadores, escritores o cineastas, personajes malditos; franceses orgullosos o extranjeros en el exilio, que un día andaban como nosotros por las calles de París.

Père Lachaise, el más extenso y el más famoso, es el último hogar de, entre otros: Frédéric Chopin, Bizet, Balzac, María Callas, Jacques Luis David, Eugene Delacroix, Auguste Comte, Molière, Edith Piaf, Óscar Wilde, Marcel Proust, Jim Morrison, cantante de The Doors, el cineasta Georges Méliès, o los amantes Abelardo y Eloísa, uno de los mausoleos más visitados.

Chopin

En el Cementerio del Montmartre, mucho más modesto y solitario, podemos encontrar las sepulturas de Alexandre Dumas (hijo), uno de mis cineastas preferidos, Truffaut, o la del científico León Foucault.

Sepulcro de Dumas, otoño en París

Por último en el sur, en el Cementerio de Montparnasse, los admiradores de Julio Cortázar pasan junto a Jean Paul Sartre o Simone de Beavoir, para dejar sobre la lápida del popular escritor argentino billetes de metro y trozos de papel con poemas.

10 – La Gastronomía: las crêperies y sus crêpes.

Esos deliciosos crêpes franceses, hechos al instante, dulces y salados. De nutella, plátano, mermelada, fresas,… De jamón y queso, de atún, de huevo,… Para llevar puestos o comer en el momento.

Después de investigar por la red y preguntar a amigos que viven en París cuáles son las mejores crêperies, personalmente recomiendo: Au P´tit Grec, en el barrio latino, tras el Panteón (Rue Mouffetard); la Creperie Broceliande, con especialidades bretonas, en el Montmartre; y La Crepitante, pequeñita y escondida en la animada zona de pubs y restaurantes de Goncourt.

Au-petit-grec

Au-petit-grec

Au P´tit Grec: crêpes de berenjena con queso parmesano y ensalada, boloñesa, griego… Sólo puedo decir… ¡Delicioso!

crepes

Crêpes de París

Paris Je t´aime…

torre-eiffel

Torre Eiffel

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17 Comentarios
  1. Responder

    Xiomara

    13 octubre, 2016

    Gracias a personas como tu, que han dedicado su tiempo a recorrer sitios inolvidables de Paris, y que nos hacen revivir hermosos momentos.

    Me gustò mucho haber visto tu pàgina
    exitos

    • Responder

      cosmopolilla

      13 octubre, 2016

      Muchas gracias, Xiomara. París enamora, yo siempre quiero volver 🙂

  2. Responder

    Isabel

    14 junio, 2017

    Hola, estoy planeando viajar por primera vez a Paris y me encanto tu crónica, me gustaria saber de cuantos días fue tu estadia? Y en que fechas?….quisiera aprovechar un Paris Otoñal sin que se hayan caido las hojas. Gracias

    • Responder

      cosmopolilla

      14 junio, 2017

      Hola, estuve en noviembre, mes ideal porque las hojas están amarillas, en diciembre ya estarán muchos árboles sin ellas porque llega el invierno. París es gigante, he estado dos veces una semana y me falta mucho por ver.
      Un saludo

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