Camino del Norte, Mondoñedo
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Camino del Norte: Mondoñedo

Escrito por la
el
18 mayo, 2017

Tan sola y triste, en fría piedra, con un velo que le cubre los ojos la viuda de Mondoñedo ya no puede ver. Casó casi niña con un marido casi viejo, catedrático honorable de la Lengua, al que no le dio tiempo a acostumbrarse pues pronto la muerte se lo arrebató. Hoy su lápida de mármol ocupa un lugar privilegiado en la zona rica del Viejo Cementerio, junto a otros ilustres de este municipio del norte: don Álvaro Cunqueiro, insigne literato; ¡cuánto orgullo! Pascual Veiga, quizá mitigue su pena al escuchar los acordes del himno gallego. Con aquel otro, Manuel Leiras Pulpeiro, no se habla: ateo y republicano, está enterrado junto a los no bautizados y renegados de la iglesia.

«¡Chora copiosamente a pobresiña! Como chorou Jesus, cal chora a aurora, i en maus do sol é cada lagrimiña derramada, unha estrela briladora…» Antonio Noruega Valera (Mondoñedo, 1869)

Cementerio Viejo de Mondoñedo

Cementerio Viejo de Mondoñedo

Camino del Norte. Destino: Mondoñedo.

«Toda humilde belleza me enamora» escribía el poeta local Antonio Noriega Valera. Así lo siento al abrir mi ventana de madera en Casa da Penela y asomarme recién levantada a esta Galicia rural, envuelta en la bruma. El gallo y las ocas parlotean confusos, asustados por el ataque de un zorro hambriento durante la noche. Abajo me recibe un contundente desayuno para iniciar un día que promete soleado aquí en el norte de Lugo. Sin duda, Mondoñedo es uno de los grandes descubrimientos en una ruta en coche por Galicia.

Casa da Penela, Mondoñedo

Casa da Penela, Mondoñedo

Poco antes que yo, al alba, los peregrinos ya comenzaron su ruta al borde del mar en Ribadeo, en la frontera con Asturias. Caminarán todo el día, con paso lento pero constante, admirando el paisaje de bosques, prados con vacas, caseríos de piedra, hórreos… Hasta llegar a Mondoñedo, ignorantes de lo que les espera. Mucho se van a sorprender. Puede que tanto que quizá demoren un día o dos más su abrazo al Santo tras el Pórtico de la Gloria en la catedral de las catedrales: la de Santiago de Compostela. Avisados quedan.

Camino de Santiago del Norte

Camino del Norte

La catedral de Mondoñedo.

«Mondoñedo no tiene una iglesia, tiene una catedral». Estacionamos el coche junto a la tapia del viejo cementerio, tras la que asoman los cipreses y caminamos hacia el centro. Es sábado y el pueblo se está despertando. Las estrechas travesías del casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural con sus fachadas de piedra y pizarra, aderezadas por galerías de cristal, permanecen silenciosas…

Casco antiguo de Mondoñedo

Casco antiguo de Mondoñedo

Todos los caminos llevan a ella… Ahí está de nuevo. «¡Pero qué barbaridad!» Ya me había asombrado la noche anterior, recién llegada; un primer impacto de esos que dejan la boca abierta de asombro. Y es que no te esperas que un municipio de cuatro mil almas esté dotado de una monumental catedral del S.XIII.

Catedral de Mondoñedo, Lugo

Catedral de Mondoñedo, Lugo

Estatua de D. Álvaro Cunqueiro.

No soy la única sorprendida. Todos los peregrinos con mochila al hombro que pasan ante ella, en su caminar a Santiago, también se detienen unos minutos, perplejos. Incluso el mismo Álvaro Cunqueiro, considerado uno de los grandes literatos gallegos, ha cobrado vida y la contempla desde la eternidad con la seriedad que corresponde a su rango.

Álvaro Cunqueiro, Mondoñedo

Álvaro Cunqueiro, Mondoñedo

El claustro Manierista de la Catedral de Mondoñedo.

Pero la catedral de la Asunción es mucho más que una fachada del medievo. Declarada Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad, recorrer su interior es un viaje cientos de años atrás en el tiempo. Su museo catedralicio atesora obras religiosas de gran valor. Su claustro Manierista de forma cuadrangular, con un cruceiro de piedra en el centro, da paso a la parte alta del museo, que con esculturas, reliquias y misales parece el desván particular de un Miguel Ángel gallego.

Claustro, catedral de Mondoñedo

Claustro, catedral de Mondoñedo

Un paso más… Ahora puedo observar a los fieles desde arriba, rozando los cristales de color del rosetón con mis dedos…

Rosetón, catedral de Mondoñedo

Rosetón, catedral de Mondoñedo

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El campanero de Mondoñedo.

¿Se puede ser aún más afortunado? Sí. Ascendiendo por la sinuosa escalera de caracol hasta su campanario. Tejados abajo; al fondo la vista se pierde en el verde valle de la Mariña lucense.  Las alturas de la catedral de Mondoñedo son el reino de Valentín, uno de los tres campaneros que quedan en España, encargado de dar cuerda al reloj y voltear las campanas con sus más de dos mil kilos de peso.

Campanas de Mondoñedo

Campanas de Mondoñedo

Mondoñedo desde la catedral

Mondoñedo desde la catedral

Barrio de los Molinos, artesanos de Mondoñedo.

Con los pies de nuevo en la tierra toca seguir la senda de los peregrinos y adentrarse por los recovecos del barrio de los Molinos, uno de los más auténticos y encantadores de Mondoñedo.

Calles de Mondoñedo

Calles de Mondoñedo

Los nuevos artesanos.

Pasada la fuente Vieja, encontramos canales de agua, puentes de piedra y, como su nombre indica, los molinos de agua que utilizaban los artesanos. Aunque ya no están en uso, una nueva generación de artesanos ha tomado el relevo adaptándose a los nuevos tiempos en pintorescos talleres: un escultor y alfarero moldea objetos decorativos al gusto de los clientes; un titiritero roba sonrisas a los más pequeños con pícaras marionetas; incluso un antiguo matadero se ha transformado en la factoría de serigrafía de Julieta.

 

Los Molinos, Mondoñedo

Los Molinos, Mondoñedo

Mircromina, Mondoñedo

Mircromina, Mondoñedo

Seminario de Santa Catalina.

Regresamos sobre nuestros pasos para seguir avanzando por el casco viejo de Mondoñedo. Iglesias, comercios y bares tradicionales… La plaza es una fiesta donde bajo una carpa blanca se sirve una de mis delicias gallegas preferidas: el pulpo. Sí, por la noche probaremos el sabor de As Quendas, las fiestas de mayo. Pero antes, seguimos aspirando el patrimonio cultural que impregna Mondoñedo y que ha sido «el culpable» de que tantos poetas, músicos, literarios hayan crecido entre sus muros. Prueba palpable es la biblioteca del Seminario de Santa Catalina, políglota y centenaria, que custodia sus secretos en hojas de papel sólo accesible a los más eruditos.

Biblioteca del Seminario de Santa Catalina

Biblioteca del Seminario de Santa Catalina

Explorando la Mariña lucense: los alrededores de Mondoñedo.

El fin de semana no ha hecho más que comenzar. Si el primer día lo dedicamos a conocer Mondoñedo, el siguiente nos alejamos del casco urbano para explorar sus alrededores combinando la aventura con la cultura y la naturaleza.

Espeleología en la Cueva del Rey Cintolo.

Mondoñedo guarda otra sorpresa, un tesoro bajo tierra:  la Cueva del Rey Cintolo. Una gruta natural que con sus 7.500 metros de longitud es la cueva más grande de Galicia. Enfundados en trajes de celulosa para no manchar la ropa y calzado de montaña, frontal en casco, penetramos a las profundidades de la tierra con nuestro guía a través de túneles, galerías y recovecos, por algunos arrastrándonos cual animalejo, admirando las formaciones rocosas que el agua ha cincelado durante miles de años en el corazón de la montaña. Una divertida experiencia no apta para quien tema a la oscuridad o padezca de claustrofobia.

Cueva del Rey Cintolo

Cueva del Rey Cintolo, Mondoñedo

San Martiño de Mondoñedo, primera catedral de España.

Salimos del municipio buscando ahora la costa. Nuestro destino es Foz, donde se ubica la basílica de San Martiño de Mondoñedo, una iglesia románica que llegó a ser catedral en el S.IX como sede de dos obispados del reino de Galicia. Sede que se trasladaría más tarde tierra adentro a la catedral de Mondoñedo, debido a su cercanía con la costa y los temidos ataques corsarios.

San Martiño de Mondoñedo

San Martiño de Mondoñedo

Un trago a la fuente A Zapata, donde cuenta la leyenda que el obispo don Gonzalo tiró una zapatilla y brotó agua con propiedades curativas y a deleitarse con lo que se conserva de los frescos románicos más antiguos de Galicia. Lamentablemente, parte de ellos se perdieron por la posterior costumbre de ser cubiertos por capas de cal.

Frescos de San Martiño

Frescos de San Martiño

Espacio Caritel.

Frente a San Martiño, cambiamos el arte vetusto por el contemporáneo: nos asomamos al Espacio Caritel, un jardín botánico de 3.500 metros cuadrados donde un artista local, Daniel Caxigueiro, cultiva más de cien tipos de camelias en un derroche de color y olor para los sentidos, versus plantas tropicales, creando un singular cosmos de naturaleza y relajación.

Camelias, Espacio Caritel

Camelias, Espacio Caritel

Su taller – lugar de exposición se encuentra anexo, exhibiendo fotografías y esculturas de sus creaciones más eclécticas. Obras realizadas tras viajes al Sáhara o a Sarajevo, invitan a la reflexión conjugando estética con la crítica social.

Foz, Espacio Caritel

Foz, Espacio Caritel

«Hai un bosque de imaxes onde medran os silencios

Baixo as copas o murmurio das follas fala das ausencias».

Esculturas del Espacio Caritel

Esculturas del Espacio Caritel

La playa de las Catedrales.

Nuestra última parada antes de regresar a Mondoñedo no podía ser otra que en la catedral del Cantábrico: la playa esculpida en colosales rocas emergiendo de la arena harinosa, formando arcos de treinta metros de altura, junto a los que uno se siente diminuto. Aprovechamos la marea baja para asomarnos a las cuevas con charcos de agua azul turquesa, sentir el viento, las gaviotas… La libertad del mar abierto.

Playa de las Catedrales Galicia

Playa de las Catedrales Galicia

Es este un cuadro tan fascinante que entiendo que se haya popularizado hasta el extremo: As Catedrais está catalogada como una de las playas más bellas del mundo. En época estival, para controlar la saturación de turistas se restringe el acceso, siendo necesario reservar para preservar este monumento natural (reserva en la playa de las Catedrales).

La playa de las Catedrales

La playa de las Catedrales

De vinos por Mondoñedo: saboreando lo mejor de la gastronomía gallega.

¡Que corra el ribeiro y la Estrella de Galicia! Lo confieso: mi reino por un plato de pulpo y unas zamburiñas. ¿Dónde comer en Mondoñedo? La tradición manda ir de bar en bar probando todos los pinchos, a cuál más exquisito. Un trozo de tortilla en O Rincón de Mondoñedo – de las más ricas que he probado en mi vida- empanada gallega rellena de carne, de bacalao, una ración de pulpo… Y seguimos de ruta por A Tasca, O Porriño, A horta da Paula, El Castro y A Bodeguiña.

Tortilla de O Rincón de Mondoñedo

Tortilla de O Rincón de Mondoñedo

La tarta de Mondoñedo.

Para sentarse de mesa y mantel, exquisito el almuerzo de mis anfitriones en Casa da Penela. La empanada de tortilla y chorizo de A Voltiña es de lo más sorprendente, especialidad de la casa. Sin olvidar los postres, como la irresistible tarta de queso o la de nuez, ¡no podría elegir cuál me supo mejor! Aunque si hay un dulce que hay que probar ese es la tarta de Mondoñedo. Acompañada de un buen café o té es la merienda ideal con su sabor a almendra y cabello de ángel.

Tarta de Mondoñedo

Tarta de Mondoñedo

Sí, en Mondoñedo saben cómo conquistar a los forasteros… Y conmigo, desde luego, han conseguido engatusarme de tal forma que ya estoy pensando en volver en octubre: ¡a las fiestas de San Lucas!

DATOS PRÁCTICOS.

  • Cómo ir a Mondoñedo: el municipio de Lugo se encuentra a 120 km. del aeropuerto de A Coruña y a 158 km. del aeropuerto de Santiago.
  • Dónde alojarse en Mondoñedo: Casa rural Da Penela, en plena naturaleza; en el casco urbano Hotel y albergue de peregrinos El Montero.
  • Para visitar la Cueva del Rey Cintolo es necesario reservar en la Oficina Municipal de Turismo o llamando al teléfono 982 507 177. Los horarios de visita son: viernes a las 17:00; los sábados y domingos a las 12:00 y 17:00. Se necesita ropa cómoda y un calzado adecuado para terreno resbaladizo.

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Agradecimientos: muchas gracias a Jose de El viaje me hizo a mí y al Ayuntamiento de Mondoñedo por la invitación al blogtrip #AsQuendasMondonedo realizado en mayo de 2017.

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5 Comentarios
  1. Responder

    Gloria

    18 mayo, 2017

    Escribes a la perfección lo que representa Mondoñedo, ojalá que la gente pueda conocer este pueblo tan pequeño y descubra tantos rincones como hicisteis vosotros! Un gran post Patri!

    • Responder

      cosmopolilla

      22 mayo, 2017

      ¡Muuchas gracias, Gloria! Me gustó mucho, no me lo esperaba tan bonito ni tan monumental la verdad, espero volver pronto 🙂

  2. Responder

    Irene

    19 mayo, 2017

    ¡Qué pasada Patri!

    Galicia es mi cuenta pendiente en España desde hace demasiado y siempre he querido conocer estos lugares. Ahora más. ¡Es precioso cómo describes la ciudad y las fotos me han dejado loca… qué luz más bonita! y los frescos de la catedral de Foz me parecen geniales 😉

    saludos!!

    Ire

    • Responder

      cosmopolilla

      22 mayo, 2017

      Muchas gracias, guapa 🙂 tienes que poner remedio a eso de no conocer Galicia a la de ya, tiene rincones de ensueño 🙂 un besazo

  3. Responder

    Declan

    8 junio, 2017

    Este lugar se ve muy bonito. Quiero visitar en el futuro. Hay un montón de arte que es muy bonito. Hay edificios muy antiguos que sería genial para ver. Me encantaría visitar el lugar en algún momento.

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