Europa Italia

Reflejos de Lombardía

Escrito por la
el
3 julio, 2015

Cuantas más veces voy a Italia, más me enamora. Sus escarpadas montañas, verdes llanuras, pueblos medievales rebosantes de encanto, ese idioma cantarín al que juego a entender, la deliciosa pasta cocinada de mil formas… Sí, en Italia la vita è bella. Y esta vez ha tocado el turno de una escapada a Bérgamo y lago Iseo.

Monte Isola

Monte Isola, Bérgamo y lago Iseo

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Lombardía, capital Bérgamo.

Hoy me he escapado a Lombardía, gracias a una de esas ofertas de low cost que nos permiten volar de vez en cuando, y que esta vez me ha traído a Bérgamo. El cielo está gris y huele a lluvia: esto es el frondoso norte, en las estribaciones de los Alpes, de lagos profundos y bosques de coníferas.

Tras una llegada «triunfal» colándome sin querer en el autobús del aeropuerto (máquina rota, conductor que se niega a cobrar y taquilla cerrada, ¿cómo es posible?) El anochecer de Bérgamo me da la bienvenida  con un festival en la Ciudad Baja: plazas con música, barras al aire libre y, sobre todo, italianos divirtiéndose. Apenas hay turistas y eso me gusta: la mayoría marcharon camino de Milán. Una cena a base de vino blanco y selección de deliciosos quesos de la región, y ¡a incorporarse en la jarana! No podía imaginar mejor comienzo.

Queso de Lombardía

Queso de Lombardía

Amanece un sábado salpicado de chubascos previo estío. No importa: aunque diluvie he venido a encontrarme con Bérgamo, a acercarme a su historia convulsa: fundada por los romanos en los tiempos del gran imperio. Destruida por el bárbaro Atila en el S.V. Sucesivamente controlada por Milán y Venecia en la Alta Edad Media. Incluso llegó a pertenecer a Autria tras la ocupación napoleónica, ya os decía que estamos muy al norte, hasta la época de Garibaldi en la segunda mitad del XIX.

Bérgamo

Bérgamo y lago Iseo

Primero, un itinerario por la Ciudad Baja, que se revela amable y tranquila en esta mañana con regusto a caffè macchiato . Esta parte es la más nueva, donde se desarrolla la vida cotidiana del grueso de sus habitantes: boutiques de moda, elegantes cafés, edificios administrativos, iglesias convocando a misa, parques urbanos, amplias avenidas, el Museo de Historia de Bérgamo,

Parque de Bérgamo

Parque de Bérgamo

Lo que de verdad merece la pena es ascender a la Ciudad Alta, la zona más antigua, dejando atrás los tejados anaranjados en el interior del funicular.

Funicular de Bérgamo

Funicular de Bérgamo, Viaje a Bérgamo y lago Iseo

La Ciudad Alta, asentada sobre una colina, es un recinto medieval amurallado, de estrechas callejuelas donde verdea el musgo entre los adoquines. Casonas con aspecto de castillo de piedra. Espigadas torres. Dicen que todas sus travesías convergen en la Piazza Vechia, el corazón de la ciudad vieja. Y así la encuentro. Una monumental explanada franqueada por el Palazzo del Podesta , el Palazzo del Comune, el Palazzo della Ragione y la Torre Cívica, de 52 metros de altura. Atalaya desde donde se puede observar Bérgamo a vista de pájaro. Leí que aquí se localiza una de las mejores heladerías de Italia, pero no hay suerte. Sigue lloviendo y está cerrada.

Ciudad Alta

Ciudad Alta, Bérgamo y lago Iseo

Llueve en la Ciudad Alta

Llueve en la Ciudad Alta

Piazza Vecchia

Piazza Vecchia, Bérgamo y lago Iseo

En los charcos se reflejan imágenes fragmentadas del Duomo, como un mosaico. Y es que a la espalda de la plaza se eleva la Catedral de Bérgamo, la Capilla Colleoni y el Baptisterio. Atendiendo a la guía, que empieza a humedecerse, leo que su estructura románica del S.XII permanece bien conservada, manteniendo muchos trozos de la original. La Capilla Colleoni fue obra del capitán veneciano del mismo nombre, destinada a ser su morada póstuma. En ella aún yacen sus restos y los de Medea, su hija, para toda la eternidad.

Reflejos Duomo

Reflejos Duomo

 

Duomo

Duomo

Bérgamo y lago Iseo.

Visto lo esencial de Bérgamo, rumbo al lago Iseo, siguiente destino de esta escapada al norte de Italia. A tan sólo 30 km se ubica este pequeño paraíso, menos popular que sus vecinos el lago Garda y lago Como, visitas recurrentes desde Milán, aunque no menos embriagador. Para llegar, la opción más económica: tren con una pequeña escala en Brescia. El de Iseo es un tren pequeñito, antiguo y destartalado, que parte al final de la vía 1. (Horarios: Trenitalia.com)

Lago Iseo

Hoy duermo en Iseo, la «capital» del lago, en un hotel familiar próximo al embarcadero. Siendo el más asequible de los que investigué por rededor, destila un aire retro, como si se hubiera quedado anclado en los 80, a la par que hospitalario (Hotel Milano). En cuanto a Iseo, es una villa serena como las aguas que lo rodean, por las que navegan simpáticos patos y esbeltos cisnes, haciendo temblar los reflejos de barcas y caserones.

Lago Iseo

Lago Iseo

Cisne en el lago Iseo

Cisne en el lago Iseo

Un baño refrescante para calmar el bochorno que precede a la tormenta veraniega. Una birra en las animadas terrazas y una cena «por todo lo alto», para celebrar que estamos en Italia, en la pizzería Al Tiglio di Maffi, elegida al azar por el hecho de estar repleta de italianos: vino rosso (que es tinto, no rosado), de entrante un carpaccio, penne al pesto y una pizza carbonara de dimensiones bíblicas. Aunque parezca imposible, queda sitio para una panna cotta de postre. Il conto: 37 euros, nada mal contando que repetimos vino.

Para cenar, pizza

Para cenar, pizza, Bérgamo y lago Iseo

Qué mejor plan de domingo que una de las excursiones más típicas: ir en barco hasta Monte Isola, la isla habitada en el el centro del lago. Por 5,40 euros ida y vuelta, un agradable paseo sintiendo la brisa del lago.

En barco a Monte Isola

En barco a Monte Isola, Bérgamo y lago Iseo

Segunda parada: Peschiera Maraglio. Alquilar una bici para bordear la isla, tres euros la hora. El recorrido lo vale, por una carreterita en la que no circulan coches (sí alguna motocicleta), con vistas panorámicas al lago y a sus islotes particulares: la isola de San Paolo y la isola di Loreto. Dos horas es suficiente para completar una vuelta circular, tomar fotos, ver los pintorescos pueblos con nombres tan pertinentes como Paradiso, e incluso una birra para recuperar sales minerales.

¿Alquilamos una bici?

¿Alquilamos una bici?

Monte Isola

Monte Isola, Bérgamo y lago Iseo

Isola di San Paolo

Isola di San Paolo

Isola di Loreto

Isola di Loreto, Bérgamo y lago Iseo

Tarde de retorno a Bérgamo. Definitivamente, el sol desaparece y se desatan los truenos. Esta noche mi fugaz casa será un anodino hotel junto al aeropuerto, ya que vuelvo a España de madrugada. Con la mochila empapada de más ganas de Italia, de Lombardía, de ratos de sol y un helado a orillas de un lago.

Lago Iseo

Lago Iseo

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17 Comentarios
  1. Responder

    Viajamos Juntos

    20 julio, 2015

    Ya me apetece más visitar el Norte de Italia… 😉 Gracias por la inspiración 😉

    • Responder

      @lacosmopolilla

      22 julio, 2015

      ¡Gracias! Es una zona muy verde, frondosa, una maravilla. Yo ya tengo ganas de volver y seguir descubriendo sus pueblos y lagos (el lago Como, Garda…) a los pies de los Alpes 🙂

  2. Responder

    María Teresa Acosta

    9 agosto, 2015

    Me encanta tu blog y tus fotos..viajar para mi es ir llenando esas páginas del libro del que hablaste. Gracias por compartir tus experiencias. Un abrazo desde Venezuela

    • Responder

      @lacosmopolilla

      9 agosto, 2015

      Muchas gracias, María Teresa. A seguir llenando ese libro de recuerdos y estampas. Un abrazo desde España

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